Hay cosas y cosas
cosas en las casas de todos
unas por útiles
otras por antojo.
Se tiene por ejemplo
un juego de cubiertos y manteles
necesarios sin duda, si se tiene mesa
y en la siguiente gaveta un montón
de ternuras en forma de chocolate
para cuando llegan los nietos.
Se tiene también un sillón
que se acostumbra a uno
y con el tiempo se apropia
de nuestra forma y olor.
Se tienen por ahí herramientas,
utensilios que nos resuelven
la vida cotidiana.
Pero hay otras cosas que
solo sirven para el corazón
como los álbumes de fotografías
gastados de tanto verlos,
el suéter viejo que ya no uso
pero que sigue colgado en el closet
porque fue un regalo de mi hermano;
un par de aretes pasados de moda
que usé aquella vez, esa vez
que solo ellos y yo sabemos.
Las cosas innecesarias en una casa
son tan necesarias como útiles
para el corazón
©Vicky Toledo