Llueve pues, sobre mi piel
deja caer en mí el diluvio
amenazante
dulce
repleto de ti.
Retóñame…
deja la corriente crecer
y baña mis laderas.
Retóñame…
despierta con tus truenos
mis ojos que duermen
el sueño de quererte
lanza tus rayos de tormenta
que palpite el corazón
y agilice la hora
de llegar al paraíso.
Retóñame amor
antes del ocaso
que sea el sol y no la sombra
quien recoja esos aguaceros
que hoy nos pertenecen
hasta la última gota
©Vicky Toledo
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