Se renueva el otoño
Con sus aires de frescura
Y como siempre, tú
Llegas con tu imagen
Y te apoderas de mi mente
Mientras veo un eucalipto
Y un triste gato pasar
Extraño la flor de jacaranda
Y aquellos besos que me dabas
En el patio de la casa
Con la luna por testigo
Arrancabas una estrella
Que dejabas en mi mano
Para alumbrar aquel amor
De cuantía universal
Mi mundo ha cambiado
No hay jacaranda
Ni casa, ni patio
Ni besos, ni estrella
Ni tú, ni tus manos
Quisiera arrancar el amor
Como tú arrancabas estrellas
Y dejar que mi corazón
Se enamore del eucalipto
Y de las noches frescas si tí
Sin embargo, a pesar de todo
Te llevo clavado en mi pecho
Como una espina de rosa
Que ha muerto en el florero
Y eres en mi sangre veneno
Que mata a la llegada del invierno
©Vicky Toledo
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