En una noche de estrellas escondidas
Acaricié por primera vez tu rostro
Sentí el azúcar de tus besos
Y me llevaste a un cielo desconocido
Fue una noche incandescente
Nunca, jamás podré olvidarla
Tus manos aprisionaron mi alma
Y mi piel quedó de ti prendida
Aún recuerdo el crujido de las hojas
Que acogieron nuestros cuerpos
La media luna tan hermosa
Que alumbraba nuestro fuego
La sangre agitada no brotaba
Solo porque tu piel la detenía
La piel ardiente no se quemaba
Tus besos la refrescaban
La magia de aquella noche
La revivo cada día de mi vida
Tu calor que aún me incendia
Me recuerda que estoy viva
Si tuviera que escoger
La mejor noche de mi vida
Sin pensarlo un segundo te diría
La noche aquella sin estrellas
Que fue solo tuya y mía
©Vicky Toledo
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