Vi su retrato de hace varios años
su aspecto triste y perverso a la vez
patente huella del pasado...
su mirada congelada, dos atabales
y un rictus de sonrisa que le hacía ajeno
a todo lo bondadoso de la vida
su cuerpo enjuto, cabizbajo, casi desahuciado
como queriendo inútilmente
ocultar el peso que abatía su alma
sus faltas, sus daños
su imposibilidad de arrepentimiento
Acerqué la foto a mis pupilas
escudriñando el espectro
minuciosamente buscando
una sombra remota de esperanza
Al ver la foto de cerca y concentrarme
en los pequeños y sutiles detalles
tal como si mis ojos hubieran
magnificado su resolución de enfoque
logré ver lo que hacía mucho no veía
una pizca de bondad en todas partes
y pensé...es posible, es verdad
ha cambiado, el día le ha llegado
un milagro ha ocurrido! Dios me ha escuchado!
Le busqué entonces convencida
que al encontrarle ya no vería
lo que había a simple vista en su vieja fotografía
quise convencerme que era posible
fue así como casualmente descubrí
una fotografía reciente...ya no era el mismo
Ya no escondía su vida
su mirada se perfilaba transparente
su sonrisa natural le daba vida
el porte de su figura denotaba
seguridad y fortaleza, valentía
y una luz irradiaba de su rostro
luz de paz y reconciliación con la vida
haciéndole lucir como auténtica estrella
difícil de creer, sin embargo era claro
estaba ahí, en su fotografía
La vida le enseñó una realidad que no quería
y que sin embargo seguía viviendo
que le habrá hecho cambiar? Me pregunté
y me respondí, No importa el motivo!
ahora si es feliz!
ha regresado a la vida, a la verdad
con la cara al viento
con el corazón abierto
ya no tiene que esconder su retrato
su imagen actual, fiel copia de su alma
muestra hoy una sonrisa de bondad
una mirada limpia, casi celestial
la nobleza en él se deja ver
su retrato es una realidad...
la gente si puede cambiar!
©Vicky Toledo
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