En mañanas como ésta, gélidas como el mismo frío
Cuando el sol es invisible y el agua dura como la roca
Y ni la leña generosa de la hoguera calienta la piel
Es ahí cuando mi corazón volcánico exhala fuego
Envolviendo su pelo alborotado en vaporosa caricia
Se funden nuestros cuerpos en calor derretido
Dejando en fogosos besos el aliento de la vida
La magia de lava ardiente nos inunda de fiebre
Y creamos la pócima más exquisita del mundo
Y bebemos los dos como si fuéramos uno
Sorbo a sorbo, calentamos nuestras pieles
Nos damos amor, nos damos calor, nos damos la vida
Derritiendo la roca de agua que una vez nos causó frío
Bebiendo el amor hasta la última ardorosa gota
Consumiendo el tiempo en pasión encendida
©Vicky Toledo